miércoles, 18 de abril de 2018

Chacales

La primera vez que oí hablar de ellos fue a una vecina del barrio en el que vivimos.

Ella me había invitado a cenar a su casa y cuando terminamos la velada, se ofreció a llevarme en coche. Me sorprendió mucho tal propuesta, porque vivimos a unos 300 metros de distancia y hacía una noche preciosa con luna casi llena y buena temperatura. De modo que la rechacé, maldiciendo por dentro la manía libanesa de ir en coche a todas partes. No había terminado la frase cuando me respondió muy sorprendida Pero, ¿no te dan miedo los güegües?

Como ellas es medio libanesa medio mejicana, pensé que los güegües eran algún tipo de mosquito o de murciélago propios de la zona, así que le pregunté, para saber a qué terrible bicho tendría que enfrentarme...

Al principio no se acordaba del nombre castellano, pero a base de fruncir el ceño le salió de golpe

- ¡Son chacales!

- ¡Uallah! ¿Chacales en el Líbano? ¿Ésos no andan por África?

- Nooooo, ¿no les escuchaste nunca aullar por las noches? Andan por aquí, rebuscando comida entre la basura y peleando con los gatos.

Entonces comprendí algo que nos tenía intrigados desde que llegamos. Los güegües dicho a la mejicana, al uaui en árabe  عالواوي

Ciertamente no era raro escuchar por las noches unos aullidos que, para ser de perros, sonaban muy extraños, pero supusimos que lo mismo se trataba de razas muy locales o muy exóticas, dada la tendencia al exhibicionismo de la sociedad libanesa. Pero obviamente no se trata de perros. Ahora ya tenían sentido, tanto los aullidos de unos como los maullidos y bufidos de los gatos callejeros, al disputarse los cubos de basura.

Desde ese momento me propuse andar más detenidamente a ver si me encontraba con alguno.

Y sí, alguna vez les he visto, incluso de día, muy descarados, pero no lo bastante cerca como para poder hacerles fotos. No se acercan mucho a los humanos, aunque tampoco huyen despavoridos. Simplemente pasan de humanos.

Viven en un espacio que cada vez les es más hostil por culpa de la construcción masiva que destruye la zona boscosa que nos rodea, próxima a la profunda garganta del río Beirut. Por cierto, se siguen levantando casas que luego quedan vacías.

Se trata de la especie Canis aureus, una de las tres especies de chacales que aún quedan en el mundo, propia de esta región del este mediterráneo y Asia occidental, posiblemente pertenecen a la subespecie Canis aureus syriacus. Están en peligro de extinción.

¡Y por fin tengo fotos!

Una de las hijas de la citada vecina, paseando a su perrito, pudo tomarlas hace poco. Aquí están



¡Qué bonitos son!

En su momento debieron ser importantes población, porque hasta hay canciones infantiles sobre ellos, aunque en estos dibus no salen muy bien parados. Gracias a mi mufakhakha Amane por el enlace.