lunes, 21 de octubre de 2013

Proyecto Amphora, el alcohol mata más a las mujeres

La cultura del alcohol la tenemos arraigada en el Mediterráneo desde hace miles de años, pero también la explotación de la venta de los productos alcohólicos, sin que estas ventas tengan en cuenta las correspondientes consecuencias malas para la salud. 

El alcohol siempre es malo y su efecto tóxico depende del modo en que se tome, a igualdad de volumen es más tóxico cuanto mayor es el volumen de la bebida que se trate (cerveza 5% aprox., vodka 40/50% aprox.)

La publicidad nos bombardea con el consumo de alcohol, pero igual que con otras cuestiones, nos engaña ya que este producto nos daña, irremediablemente. Por ejemplo, no tiene sentido que en los lugares de trabajo se dispensen bebidas alcohólicas, sean hospitales, centros educativos o el mismísimo Congreso de los Diputados. No digamos nada de venderlo en las áreas de servicio de las carreteras.

Las etiquetas de las bebidas alcohólicas no informan sobre el contenido ni los efectos. El alcohol sólo genera beneficios a unos cuantos y perjuicios a todos, que tenemos que cargar con los gastos que ocasiona tanto en forma de enfermedades, bajas laborales, accidentes, etc.

Se ha dicho que es bueno beber un vaso de vino al día, pero es un cuento chino, suelen estar pagados por las industrias alcoholeras, en grave conflicto de intereses entre lo que se cuenta y quién paga los estudios.

Sólo podría tener cierto porcentaje de beneficio cardioprotector exclusivamente en hombres entre 40 y 60 años, pero destroza el hígado por toxicidad del alcohol: la mortalidad por alcohol es de 138.000 europeos al año, mientras que el efecto cardioprotector evita 15.000 muertes. En el caso de embarazo, el alcohol tiene la capacidad de traspasar la placenta y directamente entra al feto, destrozando las células que conformarán su cerebro.

Las mujeres metabolizan menos el alcohol y hacen más alcoholemia que los hombres, siendo más tóxico para ellas.

Todo esto (y más y mejor explicao) no lo digo yo, lo dice el doctor Antoni Gual del Proyecto Amphora, aquí dejo la entrevista, que como siempre, no se emite en horas que pueda escuchar mucha gente:

domingo, 13 de octubre de 2013

El Huerto de las Monjas de Madrid y otras hierbas

Pues érase una vez un rincón tan desconocido, tan desconocido, que ni los propios responsables de la principal oficina municipal de turismo de la ciudad a la que pertenecía el citado rincón, sabían dónde estaba.

Esto no es un cuento chino, es la realidad del Huerto de las Monjas, pequeño jardín que se encuentra en la calle del Sacramento número 7, de la ciudad de Madrid. La cara de haba, que no hace mucho tiempo me pusieron en la oficina de turismo de la Plaza Mayor, cuando pregunté por las condiciones de visita al Huerto, hubiera sido para repartirla a la vez que la relaxing cup de café con leche...

El caso es que en la web del ayuntamiento sí aparece, pero con el nombre de Jardín Palacio O'Reilly (me recuerda al Gato O'Malley...) y lo describe como un jardín oculto hasta 1972, de titularidad pública -veremos cuándo dura así-, cuya conservación está al cargo del Área de Gobierno de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid.

¡Para que quede claro, esta inscripción epigráfica se encuentra justo a la entrada!
 En realidad, se trata de un jardín intramuros del monasterio convento del Santísimo Sacramento, fundado bajo esta advocación en 1615 por Cristóbal Gómez de Sandoval y de la Cerda, primer Duque de Uceda (sucesor del su padre, el duque de Lerma, como valido del rey Felipe III), sobre unas casas anejas a su propio palacio de la calle Mayor, el de los Consejos (donde se encuentra el Consejo de Estado), como residencia de las religiosas bernardas descalzas, que se trajo del convento de Santa Ana de Valladolid y que entraron a vivir allí el 21 de junio de 1615. El convento fue demolido en los años 70 para construir unos bloques de espantosos apartamentos, parcialmente ocupados hoy por dependencias municipales, salvándose la iglesia, que fue adquirida por el Ministerio de Defensa en 1979 con destino a albergar la iglesia Arzobispal Castrense de la I Región Militar, función que actualmente desempeña.

Posteriormente, en 1725, el arquitecto Pedro Hernández proyecta otro palacio, también para servir de vivienda a las citadas bernardas descalzas (se ve que andaban mal de espacio...), que es el ocupa el número 5 de la calle del Sacramento. Ya en 1830, la familia Uceda vendió el edificio a la familia Lezcano y de este modo toma el nombre de Palacio de Lezcano, que fue pasando de generación en generación. En 1913 fue utilizado como Museo Nacional de Artes Industriales, hasta su traslado en 1932 a su actual sede de la calle de Montalbán. En 1936, Aurorita Lezcano se casó con Darío Valcárcel, marqués de O’Reilly, del que tomó el nombre con que figura en la web municipal este edificio. A comienzos de la década de los 80, este palacio fue adquirido por el Ayuntamiento de Madrid y el arquitecto Joaquín Roldán Pascual lo sometió a una profunda reforma (no sin polémica), vaciando completamente su interior para albergar dependencias municipales, hoy en concreto la Oficina de Atención Integral al Contribuyente (otro caso de espeluznante fachadismo...)

Entonces, recapitulemos, porque el jardín se encuentra justo en la parte que une ambos edificios, el palacio de Lezcano (en el número 5 de la calle del Sacramento) y los apartamentos espantosos de los años 70, al que se accede descendiendo estas escaleras:

Portilla de acceso al Huerto de las Monjas, en la calle del Sacramento nº 7
El jardín consta de un superficie de 1.109 metros cuadrados, 26 unidades árboreas (a saber: ciruelo rojo, 63%; paulonia, 27%; aligustre del Japón, 15% y cerezo japonés, 8%), 6 unidades arbustivas, todas iguales, de laurentino y 230 metros cuadrados de macizos arbustivos de los cuales el 97% son de hiedra (eso que algunos majaderos llaman hedera, en la peor traducción del inglés a su vez traducido del latín) y el 3% restante de griñolera. Esto y la distribución que le han dado, no permite hacerse una idea del primigenio uso de este espacio, que era servir de huerto para cultivar las especies culinarias que utilizaban las monjas bernardas descalzas.

Eso sí, hay algunos bancos para sentarse y estar allí un ratuco, disfrutando de una paz poco común para el barrio en el que se encuentra. Lo más importante es saber que para entrar hay que hacerlo durante el horario de apertura de las oficinas municipales que se encuentran allí, porque el resto del tiempo, al formar parte de los apartamentos esos, lo cierran a cal y canto y NO SE PUEDE ENTRAR, por mucho que lo mantengamos entre todxs lxs madrileñxs.

Además de las plantas, hay en el Huerto un par de elementos más en los que debemos reparar: una fuente barroca francesa procedente de otro palacio destruido de Madrid, cuya historia está magnificamente contada en este texto de Mercedes Gómez y las paredes de aparejo toledano (construido de ladrillo y riñones de silex) que, me parece, debían formar parte de los edificios demolidos y que debía ser el aspecto de la mayor parte de los edificios de la villa de Madrid no hace tanto tiempo:

Muro de aparejo toledano, en el lado Este del Huerto

Unidades arbóreas del Huerto de las Monjas

Fuente barroca procedente del Palacio de Montellano
Es un lugar al que merece la pena acercarse, preferiblemente con buen tiempo (porque es bastante sombrío)  y una lectura que requiera de atención.

miércoles, 2 de octubre de 2013

Sonoridad mediterránea

Curioseando por ahí ya sabéis que encontré un musicólogo que está especializado en Historia Antigua. Tiene tres investigaciones en torno al estudio de la Música en la España Antigua, además de una novela aún por publicar. Mesopotámicos, fenicios, griegos, romanos, tartessos, turdetanos, celtas y qué se yo cuánta gente más le son muy familiares y es capaz hasta de fabricar instrumentos a partir de las imágenes que hay en esculturas o monedas ¡¡y, además, hacerlos sonar muy bien!!

Él mismo reconoce que es muy complicado todo este tema y que hay multitud de opiniones al respecto de remontarse tanto tiempo atrás y establecer tesis sobre algo tan poco objetivo como es la música, más aún habiendo tan pocas fuentes.

También cita que árabes, hindúes, griegos, fenicios, egipcios... han llevado insertos desde hace milenios lo que Peter Manuel llamó sonoridad mediterránea. Para cuando los árabes llegaron a la Península, aquí existía ya una tradición milenaria que ellos reconocieron y con la que se identificaron en seguida. La cultura musical de la que habían bebido los antiguos turdetanos, siquiera indirectamente, era la misma que bebieron los árabes: Mesopotamia. Éstos la traían desde la propia Siria, mientras que "nosotros" la teníamos aquí gracias a fenicios y griegos. [cita literal de un comentario del feisbuk]

En cuanto leí que alguien ya había pensado en el concepto sonoridad mediterránea, pues me puse muy contenta, porque yo solita ya me había empezado a dar cuenta...

No es la primera vez que en este blog sale la idea del Mediterráneo como nexo cultural. Y esa idea cada vez se me afianza más y se me hace más evidente: en naturaleza y en cultura, ser mediterráneo es el verdadero pasaporte, no ese que pone EU... Aunque hace muy poco, también me ayudaron a reflexionar que el origen de verdad de Europa está en el Mediterráneo. Tanta es la aculturación que hasta a veces damos por cierto eso de que Europa empieza en los Pirineos.

Volviendo a la cita anterior, lo que realmente me ayudo fue a dar forma a una idea que se me había ocurrido oyendo música tradicional del este mediterráneo, una idea que une el concepto vibración a elementos distintos:


http://www.youtube.com/watch?v=fD1ljFD_LeQ
http://www.youtube.com/watch?v=fD1ljFD_LeQ


La cantante es la libanesa Najah Salam y en torno al minuto 4.10 se pone a cantar haciendo una suerte de vibración con la voz que es muy similar a la de determinados palos flamencos, en los que el zapateado también me parece otra manera de vibrar, incluso tocando las castañuelas. Incluso los gritos de alegría característicos se hacen vibrando la lengua, el zagharit o sarguta.

Curioso esto de la vibración, que parece no aplicarse solamente en la danza, sino también en el cante (como en el vídeo anterior) e incluso en la manera de tocar instrumentos, por ejemplo en las darbukas hay un toque que le llaman rush, que es vibración pura: http://youtu.be/mm8kJFH3BqE

 ¿Formará parte la vibración de ese concepto de sonoridad mediterránea...? ¿Tendrá que ver el dios Baal Marqod o “Señor de la Danza”, entre los fenicios, que también es el dios de los terremotos?

Más restaurantes árabes cerrados

Pues esto sigue siendo una pena. Tres locales más a la lista de cerrados: La cava del Faraón, Vartan y El príncipe de Egipto.

La cava del Faraón tenía un sitio privilegiado, en la calle de Segovia, pleno Madrid de los Austrias y la parte baja era preciosa. Ahora está chapadito, con papeles en las ventanas. ¿Puede ser por obras...?

En Vartan se comía espectacular, no era barato, pero la calidad y originalidad de la comida merecían una visita de vez en cuando: comida armenia con perspectiva de Alepo. Al parecer el dueño se ha jubilado.

El Príncipe de Egipto era una tetería más normalita, aunque la inmensa figura del faraón que estaba en la puerta le daba un aire muy poco corriente. Una pena, aunque te hacían callar la hafla a las 00.00 en punto, cual Cenicientas obedientes...

¡Qué mierda de crisis! Aunque debo decir que podrían bajar un poco los precios, al fin y al cabo, no se sirve ni solomillo ni ostras ni merluza del Cantábrico en ninguno de los restaurantes árabes y aunque hay mucho trabajo personal en las elaboraciones, también hay máquinas de cocina que ayudan mucho a reducir el tiempo de trabajo. Pero no sé si caerá esta breva...

Espero no tener que poner más.