lunes, 25 de enero de 2016

Lo que no nos cuentan, muy bien contado



Acabo de encontrarlo en la red, pero no pierde un ápice de actualidad.

Programa especial dedicado a los últimos atentados terroristas en París y en Beirut. Las víctimas son las mismas en un país o en otro. Por eso nos acercamos a la última hora desde la capital de Líbano con el corresponsal Tomás Alcoverro. Desde París el periodista José Bautista, vecino de la sala Bataclan, nos muestra todas las novedades esta semana tras los atentados del pasado viernes. El subdirector de eldiario.es, Iñigo Sáenz de Ugarte, experto en política internacional, nos muestra cómo la geopolítica influye de manera decisiva en las vidas de tantas personas. La mesa de debate se cerrará con más expertos que nos expliquen cómo se puede afrontar este problema desde todos los prismas.

domingo, 24 de enero de 2016

Un mundo desigual



Nueve años de crisis económica y de políticas de austeridad han disparado la desigualdad y la brecha que separa a ricos y pobres.

Lejos de los hogares donde se espera una renta mínima de inserción social que ayude a sobrevivir al frío y a la necesidad, de las colas del paro en las que hay gente que lleva años esperando un empleo, de los centros de Cáritas a donde la gente acude con su cesta de la compra o de los puestos de trabajo donde miles de personas conviven con la precariedad, se toman decisiones que afectan a sus vidas.

Puede ser el Foro de Davos que cada año se celebra en Suiza por estas fechas, una reunión en Bruselas con sillones ocupados por personas elegidas con cuestionables principios democráticos o en una sala donde se congregan los ministros de un Gobierno. Da igual dónde, lo importante es que allí se han decidido políticas que han agrandado la brecha que separa a ricos y pobres. Lo denuncia Oxfam Intermon en su Informe Una economía al servicio del 1%. La realidad de España, el país de la OCDE donde más ha crecido la desigualdad durante la crisis, es que hay un 30% de la población en riesgo de exclusión social.

En el programa A vivir que son dos días, de la Cadena SER, buscan respuestas al reto que plantea esta realidad los siguientes invitados: Joan Romero, catedrático de Geografía Humana de la Universidad de Valencia, Gonzalo Fanjul, economista, cofundador de la Fundación Porcausa de Periodismo y activista contra la pobreza, Fernando Luengo, profesor de Economía de la Universidad Complutense y miembro de Econonuestra y Susana Ruiz, responsable de Justicia Social de Oxfam Intermon.

miércoles, 20 de enero de 2016

Paellada popular

- ¿A quien queréis que libere, a Jesús o a Barrabás? 

- ¡¡A Barrabás!! ¡¡A Barrabás!! 

- A ver, Jesús está... hummm... ¿acusado? de sanar enfermos, enseñar al que no sabe, promover la solidaridad... 

- ¡¡A Barrabás!! ¡¡A Barrabás!! 

- Mirad que Barrabás es culpable de quemar colegios y hospitales, robar el pan a los pobres, asesinato en masa, recochineo al hacer todo eso... 

- ¡¡A Barrabás, libera a Barrabás!! ¡¡BA-RRA BÁS!!
¡¡BA-RRA-BÁS!! 

- Joer, centurión, ¿de donde salen éstos? 

- De Hispania, prefecto. Los ha traído Caifás.

- ¿Los ha traído desde Hispania? ¡¡¿cómo?!! 

- Con una pancarta de "paellada popular"

domingo, 17 de enero de 2016

Basura

El asunto de la basura sigue en primera línea, es decir, no se recoge.

No se recoge porque los magnates del asunto aún no han conseguido encontrar la manera más eficiente de sacar el mayor beneficio posible. Mientras tanto, no mueven un dedo y no se retira ni una bolsa. A lo sumo, mandan a unos pobres desgraciados (sin protección ni herramientas, con las manitas descubiertas) a meter las bolsas caseras que se acumulan en otras más grandes. A veces viene alguien y le pega fuego al montón, con lo cual el resultado es peor si cabe, porque al no haber reciclado nada, arden plásticos y materiales de todo tipo que sueltan una pestuza insoportable.

Esto va a convertirse en un problema de los gordos en muy poco tiempo, porque no hay sistemas de alcantarillado ni plantas de reciclar aguas. Toda esa porquería se está filtrando por la tierra, se está vertiendo a los ríos y acuíferos (que hay muchos, ya que es un terreno calizo) y directito al mar Mediterráneo. Además es un caldo de cultivo inigualable para bacterias patógenas, hongos varios, virus y gases contaminantes que emanan de las montoneras esas, en una especie de vapores pegajosos.

Las autoridades no tienen manera de presionar para que se retiren.

Es lo que tienen los servicios privatizados...




Aquí algunas fotos 

martes, 12 de enero de 2016

Beirut, Madrid

ESTO EMPECÉ A ESCRIBIRLO EL 25 DE DICIEMBRE APROX Y SE ME OLVIDÓ PUBLICARLO... 
Lo hago hoy añadiendo algunas ideas más.


Casi llevamos una semana ya en Madrid y desde el primer día me he dado cuenta que echo de menos el sol y la luz libanesa. Es lo que tiene el Mediterráneo, que marca estilo y marca la vida de la gente. El cachito de mar azul que se puede ver desde una de las ventanas de casa es una de las cosas más bonitas que tenemos allí, sobre todo si la mañana está clara.

Por otra parte, Madrid en Navidades siempre tiene un punto tristón, a pesar de las luces y las invitaciones al consumo por doquier. Es más, a veces comentamos que parece que la ciudad esté medio vacía, no nos ha pillado ni una sola de las habituales aglomeraciones de Preciados o Sol. Lo mismo es que el eterno mogollón beirutí hace que los madriles parezcan deshabitados. Y hace frío aquí, a pesar de lo que dicen en los telediarios sobre las temperaturas altas para esta época del año.

También es verdad que emociona pasear por aceras bien trazadas y dar mil vueltas en los buses de la EMT, incluso subir al metro como si lo hubiera dejado de usar antes de ayer, a pesar de los cuatro meses fuera.

Sentimientos raros, de ya no pertenezco a este ámbito, ver las novedades del barrio y ver las caras que dejaste atrás también. Enterarte de noticias malas y por el contrario, darte de narices con otras inmejorables de las que eres protagonista.


ESCRITO YA EN BEIRUT, 2016:

Los días pasados en Madrid han sido muy atropellados, viendo a mucha gente (pero no a toda) y resolviendo aún cuestiones del traslado (a este paso me temo que cuando tengamos que regresar aún estaremos resolviendo este tipo de rollos) y movidas de última hora. Han sabido a poco, pero también me han demostrado que ya había empezado a tener una vida razonablemente organizada aquí. Aún así nos costó lo nuestro arrastrarnos hasta el avión para volver. Claro que una cosa es vivir Madrid de vacaciones y otra hubiera sido volver a la rutina que normalmente seguíamos.

El Líbano nos ha sorprendido esta vez con nuevos acúmulos de basuras en sitios que hasta ahora estaban razonablemente limpios, la Cordillera de Libano llena de nieve (el Antilíbano también lo está, pero esa no la podemos ver tan fácilmente) y una campaña muy potente de recomendaciones para evitar accidentes de tráfico, que puede verse en vallas publicitarias, gasolineras y en muchas furgonetas de reparto. De momento, es sólo eso, una campaña, porque se siguen haciendo las mismas barbaridades, aunque ya apenas sorprenden. Casi que he desarrollado una suerte de habilidad para anticipar qué barbaridad va a suceder...

¡En breve, podré narrar alguna que otra sorpresa...!