martes, 1 de enero de 2019

Carnival

Han pasado ya tres años desde que leí este libro, Carnival, que fue el primero que adquirí aquí en Beirut, en la Librairie Antoine, una cadena de librerías de origen francés que tiene algunos locales que me recuerdan a La Central de Callao.

Aunque hay en Beirut otras librerías más interesantes que he conocido posteriormente, esta sucursal en el Beirut Souks es la más completa y atractiva. Tiene tres plantas grandes, con obras en varios idiomas (árabe, inglés, francés, alemán, italiano y sí, ejjpañol), una sección infantil con área de juegos y entretenimiento, una sección enterita de libros de gastronomía y turismo, una pequeña galería de arte y un cafetín donde puedes curiosear los libros que se te antojen, además de zona de revistas y papelería:


Tienen un personal bastante amable (para lo que suelen pagar en este tipo de negocios) y en aquella primera visita, pregunté una de las vendedoras, una jovencita nativa con la expresión facial aún no alterada de cirugía estética, por algún libro de autoría libanesa que estuviera bien y fuese recomendable. La chavala no dudó y fue directamente por este libro, la novela Carnival, del autor Rawi Hage (راوي الحاج léase Raui Hach, aspirando la h), escrita en el año 2012:


Naturalmente no conocía ni por asomo al autor, del que hay una reseña en Wikipedia, con fotos incluídas, que dejo enlazada para quien tenga curiosidad. Resulta que es una celebridad que vive actualmente en Montreal, como muchos libaneses.

Como tenía muchas ganas de empaparme de la literatura actual, fuera de los clásicos conocidos, empecé con mucho interés y ganas a leerla. Debo decir que al principio me pareció muy rara, pero el texto desprende una especie de neblina densa y un poco asfixiante que atrapa al leerlo.
Durante muchas páginas intenté localizar los lugares que citaba en la ciudad de Beirut, que estaba empezando a conocer y manejarme por ella. Hasta que me di cuenta de que no era aquí donde estaba ambientado. Claro, así podía yo devanarme los sesos intentado colocar los lugares descritos en la realidad que ya me resultaba conocida a raiz de esos mis primeros pasos por esta ciudad.
La novela trata sobre la vida de Fly, un taxista, empleo que el autor tuvo durante un tiempo, los clientes que suele llevar en su coche y la pasión que siente por leer. He elegido este párrafo por su contenido social que abarca varios aspectos:
SALLY
[...] I knew a dancer named Sally once; I used to wait for her every Thursday and drive her home late, after her shift was over. She was smart, well-read. She was studying French literature at the local university, and we hit it off. First we talked about books, because she saw a book lying on the dashboard of my car. I believe I was reading Jean Genet at the time, Our Lady of the Flowers. And when she saw it her eyes brightened. A reader, she said, and smiled.
[...] At the end of every month, Sally would take a car with two work colleagues and drive to the south shore, to a meat-packing town where men worked in slaughterhouses for low wages. She and two prostitute friends would rent a couple of rooms on a cheap motel and host these workers, charging less than half the usual price. Charity work, Sally called it, and she explained it as a religious gesture, pointing our that Mary Magdalene had been a prostitute before and after meeting Jesus. Certainly after, she said, and giggled. The girl who iniciated the project was named Maggie, short for Magdalena, and that is why they called themselves the Magdalena girls and were known by the slaughterhouse workers as the Magdalenas.

Rawi Hage (2012): Carnival. Penguin Books. London, 2014.

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