domingo, 12 de septiembre de 2010

Gemma de Beraza Rivas, Somo (Cantabria)

Tenía pendiente este texto desde el uno de septiembre... Cuando hace pocos días escribí que no había pasado nada este verano, me estaba equivocando como una bestia, porque sí ha pasado algo importante, al menos para mí.

Esto que ha pasado ha sido conocer a Gemma de Beraza Rivas y su estudio de danza dan Ber, en Somo, al lado de la playa del Puntal. De hecho, estás en el aula y oyes el mar, lo que hace de sus clases un evento alucinante, al menos cuando lo que estás acostumbrada es a oír el monstruoso tráfico madrileño.

Gemma es bailarina, maestra de Pilates, deportista y yo qué se cuántas cosas más. Pero lo mejor de ella es su manera de ser profesora en clase: explica, corrige, se esfuerza para que hagas el trabajo que debe hacerse de la manera correcta y encima, es un sol de persona, de esas con las que conectas nada más mirarle a los ojos. Bueno, muchos días, al terminar la clase, me pasaba con ella hablando casi otra hora sin que yo me diera cuenta.

He asistido a sus clases de Streching+Pilates+Yoga durante el mes de agosto y, además de darme cuenta del óxido que tenía encima y de lo importante que es practicar otras disciplinas además de la danza oriental, he descubierto el trabajo tan fastuoso que hace Gemma combinando ésas tres materias. Difícilmente voy a poder encontrar a nadie que haga lo mismo, porque su trabajo ha consistido en diseñar una clase en la que se combinan las tres, pero adaptadas a lo que cada alumno puede hacer. Hemos manejado pelotas enormes de goma, un invento que se llama el jumper, cintas elásticas y nuestro propio cuerpo como elemento de trabajo. Personalmente sus clases me han ayudado muchísimo a aliviar mis pobres trapecios machacados desde hace tiempo por dos tráficos, el ordenador y la pila...

¡Y el alumnado era variado, desde luego! Estaban ahí campeones surferos omnipresentes en la localidad, mamás hace poco paridas, mendas como yo, mujeres algo más mayores a las que he considerado las estrellas de la clase, porque hay que ver qué estupendas, cómo se esforzaban y lo bien que trabajaban, a pesar de dolores, lesiones y demás cuestiones que pa'qué seguir citando...

Quiero agradecerle a Gemma el trabajo que ha desarrollado, su personalidad tan particular y el trato tan estupendo que nos ha dado, como alumnos (sí, el percusionista también asistió) y sobre todo como personas, ahí en su estudio al pie de las dunas. Que lamento no tener un teletransportador o similar para poder seguir yendo a su clase, porque lo haría sin pensarlo dos veces.

Gracias, Gemma, por tu sobresaliente manera de enseñar.

2 comentarios:

  1. No puedo resistirme así que voy a aportar algo..(aunque no tengo claro si alguna vez se lo dije a ella)

    He hecho un paréntesis en mi vida con relación a la danza, pero nunca ha sido un adiós, ya que va siempre conmigo...
    Si solo se tratara de técnica estaría perdida pero para el que no lo sepa, la danza es mucho más...

    Para mi existen dos opciones cuando asistes a clases, la primera es aprender danza,y la segunda aprender de la danza,y en este caso yo me quede con TODO ,con todo lo que pude...

    Tengo especial aprecio a mis profesoras de ballet no solo por enseñarme a mover,entender,ordenar, cuidar y querer mi cuerpo y mi mente ...lo que yo me llevé de ellas va mucho más allá; me llevé TESÓN, organización,compañerismo, seriedad y diversión,PASIÓN, orden y desorden,COMPROMISO, equilibrio y desequilibrio, contención y explosión y manejo de emociones...y sobre todo ESFUERZO, pero no un esfuerzo como el que aprendes en el colegio o en la vida laboral (enfocado a las notas o al sueldo)sino uno intrínseco, un esfuerzo que llena tu propio espíritu y no se alimenta de nada más que de ti mismo y de lo que haces.

    Este tipo de esfuerzo no es conocido por muchos...no sabría explicarlo, pero es una sensación, es un ¨qué se yo¨ de paz...propio de cuando no esperas nada...

    Quizás las descripción es algo exagerada para quien no conozca este mundo, pero yo todos los días agradezco a la danza lo que me ha enseñado, porque me ha ayudado a formarme como persona y hoy en día me ayuda a ¨bailar por mi vida¨ por mi misma hasta en situaciones en las que te sientes ¨en puntas¨, es decir..dolorido, desequilibrado y cargando con tu propio peso...en las que todo depende de ti.
    Aun en esos momentos sé que si te caes, te debes volver a levantar; si no te sale algo lo debes volver a intentar, no una ni dos, sino las veces que haga falta sin permitirte decir NO PUEDO, NO SÉ O NO VALGO para ello..; si tienes mal día o te equivocas de paso, tienes que sonreír y seguir con la coreografía...; y que aunque quieras fervientemente tomar grandes decisiones ,dar saltos y piruetas triples, primero...hay que aprender a andar,a mantener el ¨relevé¨ y a respirar...

    En este caso, mencionar a Gema de Beraza que como tu dices tiene una sobresaliente forma de enseñar... me siento muy afortunada de haberla tenido para mi tantísimos horas, y digo esto porque cuando no puedo ponerme las mallas o las zapatillas...me alivia pensar que me llevé de sus clases mucho más:)

    Con cariño ,Betty.

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  2. Betty, muchas gracias por tu aporte. Cierto es que una clase de danza es mucho más de lo que pueda parecer a primera vista y que además de movimientos, se aprenden cosas que se consideran "escuela de vida": el valor del trabajo y del tesón, a comerte el dolor y seguir adelante con una sonrisa, a descubrir valores en ti misma y en las personas que te rodean, a que en el fondo, vivimos en un gran teatro al que hay que salir a bailar todos los días.

    Si de profes hablamos, qué más decir... Su papel es tan básico y tan crucial que llegan formar parte de tu historia personal. Nunca dejan indiferentes y en el caso de Gema, menos aún: creo que ella te deja un poco de si misma en cada clase y somos unas personas muy afortunadas las que hemos podido aprender de ella no sólo a bailar o a manejar nuestro cuerpo, sino también nuestra mente. Y eso es tanto...

    Besos para ambas.

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Gracias por el apunte.