viernes, 12 de junio de 2015

Llueve sobre Madrid, otra vez

Se está convirtiendo en tradición ya: caen cuatro gotucas y Madrid se convierte en una suerte de remedo veneciano que trastorna a todo el mundo:





El metro de Madrid no vuela, ¡¡NAVEGA!!



Son imágenes que he sacado del feisbuk, de un grupo que se llama Orgullosos de ser madrileños, que tiene una cierta socarronería.

Entre la panda de primates pensantes que dirigen las obras del municipio, para los cuales los conceptos básicos de la Geología no existen (por ejemplo, el agua siempre va para abajo), la panda de primates pensantes que gestionan las contratas (por ejemplo, que eliminan personal, que no cualifican a sus trabajadores en la materia, y claro, a lo mejor es gente que no ha cogido un nivel en su vida, instrumento harto necesario si se quiere hacer una acera sin ondulaciones), los ahorros que hacen en materiales y diseños (vaya ser que no tengamos parné que llevarnos a la saca). los recortes en personal de limpieza de calles (los tradicionales barrenderos, que entre otras cosas, mantenían despejadas las alcantarillas y evitaban que los sumideros se atrancasen, ver el ejemplo en la zona de Arturo Soria, donde ha muerto una persona, por la fuerza del agua), el resultado es que Madrid se sume en el caos ante eventos como una tormenta fuerte. Pero somos primer mundo, ¿eh? y nos permitimos dar lecciones a Grecia.


Este es el estado habitual de los sumideros de las calles de Madrid, en cuanto llueve un poco, se forman grandes charcazos sobre aceras y calzadas que impiden a los peatones moverse y que algunos conductores, con la gracia en el culo, se dedican a pasar a gran velocidad y empapar a los caminantes.

Pero mientras tanto, nos indigna que un futbolista haga públicas sus ideas políticas o que a una ciudadana le quiten sus títulos nobiliarios...

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